¿Qué es el método CLIL?
El método CLIL (Content and Language Integrated Learning) es una estrategia de enseñanza que combina la adquisición de conocimientos en una materia específica con el aprendizaje de un nuevo idioma.
Este enfoque busca desarrollar tanto las habilidades cognitivas del estudiante como sus habilidades lingüísticas, permitiéndoles aprender contenido académico al mismo tiempo que adquieren fluidez y destrezas en un segundo idioma.
El método CLIL se basa en la premisa de que el aprendizaje de un nuevo idioma es más efectivo cuando se aplica en un contexto y una temática relevante para el estudiante. En lugar de aprender el idioma de manera aislada, se utiliza como medio de instrucción para explorar y comprender nuevos conceptos en diferentes disciplinas o materias.
Al integrar el idioma con el contenido académico, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar de manera práctica lo que están aprendiendo, lo cual refuerza su comprensión, memoria y capacidad de análisis.
El método CLIL es especialmente beneficioso para aquellos estudiantes que necesitan aprender un segundo idioma para desenvolverse en estudios superiores o en el ámbito laboral internacional. También es útil para la enseñanza de lenguas extranjeras en países donde no se habla el idioma que se está aprendiendo.
En resumen, el método CLIL es una propuesta educativa innovadora que combina el aprendizaje de un idioma con el contenido académico, potenciando así el desarrollo integral de los estudiantes.
¿Que se evalua en CLIL?
CLIL es un enfoque educativo que combina la enseñanza de una materia no lingüística con el aprendizaje de un segundo idioma. En este contexto, la evaluación juega un papel fundamental para medir el progreso de los estudiantes en ambos aspectos.
En primer lugar, se evalúa el conocimiento y comprensión de la materia no lingüística. Esto implica evaluar la capacidad de los estudiantes para entender y aplicar conceptos, comprender textos especializados, resolver problemas y realizar actividades prácticas en la materia en cuestión.
Además, se evalúa la competencia lingüística en el segundo idioma. Esto implica evaluar la fluidez al hablar, la capacidad de comprensión auditiva, la precisión gramatical y léxica al escribir, así como la capacidad para leer textos complejos y expresar ideas de manera coherente en el segundo idioma.
La evaluación en CLIL también tiene en cuenta el desarrollo de habilidades interculturales. Esto implica evaluar la capacidad de los estudiantes para interactuar con personas de diferentes culturas, comprender y respetar diferentes perspectivas y valores, y adaptarse a entornos multiculturales.
Además, se evalúa la capacidad de los estudiantes para trabajar en equipo, colaborar con sus compañeros y participar activamente en proyectos y actividades grupales. Esto implica evaluar la comunicación efectiva, la capacidad de liderazgo, la contribución al trabajo en equipo y la capacidad de resolver conflictos de manera constructiva.
En resumen, la evaluación en CLIL abarca aspectos como el conocimiento y comprensión de la materia no lingüística, la competencia lingüística en el segundo idioma, el desarrollo de habilidades interculturales y la capacidad de trabajar en equipo. Es importante tener en cuenta que la evaluación en CLIL no se limita a calificar los conocimientos, sino que también busca promover el desarrollo integral de los estudiantes.