El nado mariposa es uno de los estilos de natación más desafiantes y completos, ya que implica el movimiento coordinado de todo el cuerpo. Este estilo trabaja de manera intensa los músculos de los brazos, el tórax, la espalda, los abdominales y las piernas.

Al realizar el nado mariposa, se requiere de una gran fuerza en los brazos para impulsarse y realizar el movimiento en forma de círculos simultáneos. Los músculos más implicados en esta acción son los deltoides, bíceps, tríceps y los músculos de la espalda.

Además de los brazos, los músculos del tórax también son fundamentales en el nado mariposa. Estos músculos, como los pectorales, permiten la rotación del torso y contribuyen a la eficiencia y velocidad del nado.

Por otro lado, los músculos de la espalda también juegan un papel importante en el nado mariposa. Estos músculos, como el dorsal ancho y los romboides, se encargan de estabilizar los movimientos de los brazos, así como de generar la potencia necesaria para el agarre y la propulsión en el agua.

Los abdominales son otro grupo muscular que se trabaja intensamente al realizar el nado mariposa. Estos músculos, como los rectos abdominales y los oblicuos, se activan para mantener una posición estable en el agua, estabilizar el tronco y facilitar el movimiento ondulatorio característico del estilo.

Por último, los músculos de las piernas también se ven involucrados en el nado mariposa. Los músculos como los cuádriceps, isquiotibiales, gemelos y glúteos se activan para propulsar el cuerpo hacia adelante, mantener el equilibrio y estabilizar los movimientos de las piernas.

En resumen, el nado mariposa es un estilo de natación que trabaja de manera integral los músculos de los brazos, tórax, espalda, abdominales y piernas. Es un ejercicio exigente que brinda grandes beneficios tanto a nivel muscular como cardiovascular.